11 jun 2013

Conde Cero - William Gibson

En plena resaca de Neuromante, encontré un montonazo de libros de William Gibson en Todocoleccion.net. En concreto se trataba de todas las ediciones originales de Minotauro en tapa dura del resto de obras de la Trilogía del Sprawl, la Trilogía del Puente completa y el libro de relatos Quemando Cromo, que leí y reseñé en su momento. Así pues, cinco libros del padre del cyberpunk llevan esperando más de un año a que de cuenta de ellos. Como para ciertas cosas soy bastante convencional, el elegido en esta ocasión ha sido el siguiente cronológicamente, esto es Conde Cero, segundo volumen de la también llamada Trilogía del Sprawl/Ensanche.

Conde Cero comparte el mismo futuro hipertecnológico repleto de poderosas megacorporaciones que su antecesora. Se supone que trascurre unos años después de Neuromante, pero lo cierto es que yo, bien porque hace bastante que leí aquélla, bien porque no he estado muy agudo leyendo entre líneas posibles referencias, no he llegado a captar ese paso del tiempo. Bueno quizás sí que se pueda deducir que han pasado algunos años a partir de algunas breves menciones a personajes y lugares que me trajeron a la memoria imágenes de aquélla (especialmente la ahora desaparecida dinastía y empresa del mismo nombre, Tessier-Ashpool). En fin, lo mismo da, la conclusión es que no hay problema en leerlas independientemente.

A nivel narrativo es más compleja que la anterior, pues tenemos tres hilos argumentales diferentes que se van desarrollando en capítulos alternativamente:

  • Por un lado tenemos a Turner, un mercenario a quien una gran compañía (Hosaka) contrata para rescatar a un científico especialista en biotecnología de la Maas, su actual corporación, para de esta forma ponerse al servicio de sus rescatadores.
  • También está Bobby Newmark, apodado Conde Cero, un hacker super bisoño que hace su estreno en el ciberespacio probando un software que casi acaba con él, a raíz de lo cual se envuelto en una confabulación que le supera con creces.
  • Y por último, Marly Krushkova es una especialista en arte caída en desgracia por culpa de un fraude orquestado por su exnovio. Un buen día es contratada por Josef Virek, un magnate de los negocios coleccionista de arte que busca (aparentemente) al autor de unas cajas/esculturas que parecen obra de un Joseph Cornell del futuro.
Éstas son sólo unas breves pinceladas de la trama, la cual lógicamente finaliza con todos los hilos confluyendo. El desarrollo de la historia pasa por diferentes etapas en las que hay un poco de todo: acción, intriga, elementos de novela negra, etc. Todo ello, curiosamente, con bastante menos incursiones en el ciberespacio que su antecesora. El ritmo es muy ágil, lo cual hace que el libro sea bastante entrenido. Hay un número muy elevado de personajes, pero al ser presentados en cada hilo independientemente, en la mayoría de las ocasiones no supone ningún problema asimilarlos. Ahora bien, sobre una extraña intriga de entidades en forma de dioses vudú que pululan por el ciberespacio (con un rito asociado en el mundo real) no puedo comentar gran cosa porque no me he enterado de absolutamente de nada. He consultado la ficha de Conde Cero en la Wikipedia en inglés, donde se dan unas pistas y vaya, como el que lee en arameo. En fin, esto no sé si es achacable a la excesiva sutileza del autor, o bien a mi exclusiva torpeza, que todo es posible.

Resumiendo, una lectura muy amena y adictiva por lo menos para mí. Parte del encanto se debe al lenguaje denso característico de Gibson, con frases descriptivas muy potentes y sugerentes, cortas pero cargadas de referencias visuales y a la cultura (ciber)popular. Eso sí, me queda la sensación palpable de que se me han escapado un par de flecos de cierta relevancia, pero bueno, en conjunto no me puedo quejar.

Otras reseñas de esta novela en Bibliópolis, CiF Perú y El Jardín del Sueño infinito. Por lo que veo el único que no ha entendido el papel y significado de los dioses hatianos soy yo, lo cual viene a confirmar que no he estado muy hábil.

3 comentarios:

Palimp dijo...

Nada que añadir a un autor del que soy adicto.

el convincente gon dijo...

Yo me leí hace muuucho tiempo "Neuromante" y no me gustó nada de nada. Me pareció confusa y mal contada. Quizá debería releerla.

Cities: Moving dijo...

@Palimp: Sabía que tu apoyo de fan no iba a faltar ;)

@el convincente gon: No hay una segunda oportunidad para causar una primera buena impresión. Yo que tú, me dejaría llevar y antes de revisar un libro que no me gustó seguiría explorando autores, que los hay a miles.

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