15 sept 2017

Hombre + Que viene Valdez - Elmore Leonard

En Hombre la acción se desarrolla tras meter juntos en una diligencia a personajes de lo más variopinto. El protagonista es John Russell, apodado "Hombre" (en español), un joven blanco de veintipocos años que se ha criado con los apaches, a quienes considera sus iguales. Tenemos también al doctor Favor, administrador de la reserva de San Carlos, y a su esposa; una chica de apenas 18 años que acaba de ser rescatada tras pasar un mes secuestrada por los indios; Henry Méndez, gerente de la compañía de transporte en diligencias y su ayudante Carl, este último el narrador de la historia; y apenas unos minutos antes de partir y con una actitud francamente sospechosa, se incorpora Frank Braden, un pistolero de maneras bruscas y ganas de montar bronca. En Que viene Valdez un soldado negro licenciado es acribillado a balazos por error al ser confundido con un desertor acusado de asesinato. Bob Valdez, el alguacil que acabó con la vida de ese probre desgraciado, se siente responsable de lo ocurrido y decide reclamar una ayuda económica para su viuda, una mujer india que además está a punto de dar a luz. Centra sus demandas de dinero en Frank Tanner, un acaudalado ganadero de pasado turbio, que fue precisamente quien confundió al fallecido con el desertor y por tanto, a ojos de la lógica y la justicia humana, responsable último de lo ocurrido.

Hoy toca programa doble con dos novelas (cortas) a cargo de uno de los maestros del infravalorado subgénero del Western: Elmore Leonard. Yo soy el primero en admitir que cualquier referencia a la temática del oeste me trae a la cabeza las novelas pulp que veía en los kioscos de mi pueblo cuando era un crío: publicaciones en formato bolsillo, papel y tintas de malísima calidad, cubierta ilustrada con la imagen  descolorida, ¡qué digo descolorida!, corroída por el sol, tramas simplonas de tiroteos varios en escenarios estereotipados, etc. En definitiva algo que a lo que nunca me acercaría voluntariamente porque no tiene nada que ver con mis intereses habituales. Sin embargo este verano La medicina de Tongoy ha hecho una defensa tan apasionada de la obra de este escritor que decidí darle una oportunidad, lo cual ha sido un acierto absoluto por mi parte porque me han encantado las dos.

Ambas historias exponen conflictos éticos que se desarrollan en un ambiente tan cruel y despiadado como el salvaje oeste a finales del S. XIX, más exactamente la zona fronteriza entre EEUU y México. Hay abusos de poder a espuertas, todas las formas de delincuencia que podamos imaginar, discriminaciones sin parar, humillaciones, torturas y amenazas para parar un tren. Es cierto que los personajes son muy maniqueos y bastante cliché, pero no importa lo más mínimo. De hecho es una característica muy efectiva para que sientas la indignación en las entrañas con rapidez. Los villanos son crueles, violentos, exhibicionistas y desalmados. Los héroes son discretos, íntegros, amables y compasivos. Y dado que no se hacen notar, a nadie se le ocurriría pensar que pueden ser mucho más hábiles con sus armas y que cononcen al dedillo las estrategias de supervivencia necesarias para mantenerse vivos en el desierto mucho mejor que los matones a quienes deben enfrentarse. Pero así es. Un gustazo, ¿a que sí? Unas tramas perfectamente compuestas, una prosa ágil y sin artificios y mucho, mucho enfrentamiento entre el bien y el mal que puede acabar bien o mal, pero que en todo caso entretiente, engancha y deja muy buen sabor de boca. Recomendado sin reservas. Más en La medicina de Tongoy, evidentemente, Escrito en el viento y la web de James Nava.

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